domingo, 19 de marzo de 2017

ELLE (Paul Verhoeven, 2016)




En 1953, el genial director aragonés Luis Buñuel exhibe la película “Él”, considerada una obra maestra y una de las mejores películas de todos los tiempos.  Traducida en México como “El Bruto”, la película es un thriller sicológico que funciona como un drama (e incluso una comedia) y se basa en un personaje de apariencia “normal” pero cuya mente se hace retorcida y paranoica a raíz de los celos enfermizos que siente por su esposa. El título “Él” alude al carácter universalista del trastorno mental, el estrés y una falsa moral que de alguna manera está presente en nuestras acciones e influye en la conducta de millones de personas. En el 2016 el gran director holandés P. Verhoeven estrena “Elle” (Ella), otro título vanguardista y universal que guarda relación con la película anterior aunque con un mayor grado de sordidez, ironía y ambigüedad.


Paul Verhoeven, el director de películas tan disímiles como “Las delicias turcas”, “Robocop”, “Showgirls”, “Bajos instintos”, “El libro negro”, etc., y el único en recibir y agradecer en vivo un premio Razzie, ha sabido construir la reputación de un director arriesgado, apasionado, eficiente y mordaz; un cineasta que cada vez hace menos cine pero con mejores resultados. Su última película es un testimonio de todo ello. La historia sobre la violación de una mujer mayor y la búsqueda de la verdad podría suponer un thriller o un drama serio en manos de cualquier aficionado pero P. Verhoeven convierte la trama en una especie de comedia dramática satírica salpicada de humor negro, personajes amorales e incluso un fino erotismo donde el límite entre lo sano y lo insano es muy tenue y donde la versatilidad y el poco sentimentalismo de la protagonista se extiende y acentúa en toda la trama.




Isabelle Huppert da vida a Michele Leblanc, la directora de una importante firma de animación de videojuegos para adultos. Ella es una mujer fuerte, impávida e impredecible. Vive sola en compañía de un gato y marcada por un trauma de la niñez. La historia se inicia cuando Michele sufre una violación en casa y decide continuar con su vida con total normalidad hasta que nuevamente es atacada por el mismo perpetrador. La presión que ejerce en el trabajo convierte en sospechosos a sus trabajadores ya que consideran a Michele una “bruja sádica”. El comportamiento retorcido e indescifrable de la protagonista transforma la situación en un affaire entre víctima y posible victimario lo que hace más pecaminoso el actuar de Michelle y abre la puerta para verdades y emociones que pocos son capaces de sentir.


“Elle” es una película que trastoca valores, incomoda y hiere desde una visión “correcta” de la vida y de los sentimientos, inclusive puede ser censurable no por el sexo ni las escenas violentas sino por las sensaciones, situaciones y algunas frases temerarias. La lujuria y la libertad son dos fuerzas que pueden coexistir en sociedades modernas pero cuesta graficarlas y exponerlas. “Elle” también puede interpretarse como una película agresivamente feminista al mostrar a una mujer capaz de lidiar con una situación tan cruel y humillante como la de una violación de la manera más sobria y natural. Claro que la protagonista es valiente y fría pero también es auténtica y veraz. Ella hace y dice lo que piensa, se acuesta con quien desea y se da el lujo de llevar su “caso” solitariamente. A su lado, los personajes masculinos son endebles y patéticos. Comenzando por el padre sicópata, el hijo mediocre, el ex esposo fracasado, el amante inútil para consolarla incluso después de que ella le confiesa su  violación y el extraño vecino que guarda tantos secretos y perversiones como la protagonista.



“Elle” tiene una mirada displicente y pesimista del amor, las relaciones de pareja, los amigos y el sexo. Su relativismo moral es inquietante aunque reflexivo y completamente verosímil. El guión y el trabajo de P. Verhoeven son muy cuidados ya que la historia no se extralimita, ni los personajes caen en el vacio absoluto o el absurdo, son reales y humanos. La actuación de Isabelle Huppert es potente, excitante y descomunal. El  director holandés ofreció el papel a varias actrices de EEUU pero todas la rechazaron. Sólo una actriz completamente desinhibida y sobresaliente como I. Huppert podía personificar a Michele. El papel le asienta a la perfección.


“Elle” es una película oscura, intrigante y fascinante. Toda su fuerza radica en la maestría de P. Verhoeven para dirigir y en la brillantez escénica de Isabelle Huppert. Un thriller de suspenso que impacta y es capaz de llevarnos por senderos indescifrables. Uno de los mejores estrenos del 2016.    


ELLE   TRAILER



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