sábado, 19 de marzo de 2016

ENEMY (Denis Villeneuve, 2013)


“El caos es un orden sin descifrar” (José Saramago)




 LA TORTURA DEL HOMBRE COMUN

El director canadiense Denis Villeneuve dirige Enemy, versión en filme de la novela del gran escritor José Saramago: “El hombre duplicado”. Si esto debiera ser suficiente para concitar el mayor interés del espectador, más aún cuando ya hubo un intento fallido de llevar a la pantalla una de las mejores novelas escritas en español del mismo autor: “Ensayo sobre la ceguera” a través de su adaptación cinematográfica, “Blindness” (F. Meirelles, 2008), se suma el hecho de que D. Villeneuve es el responsable de uno de los mejores thrillers sicológicos del presente siglo presentado coincidentemente en el mismo año: Prisoners (2013).

Desde la escena inicial el director es capaz de exteriorizar todo el cúmulo de sensaciones, sentimientos e ideas que se desarrollan en la película. En los primeros minutos de la película, un grupo de hombres observan atentamente a una mujer masturbándose mientras otras dos se desnudan y dejan una bandeja en el suelo de la que sale una tarántula y los ojos de nuestro protagonista se empiezan a cubrir y a cerrar para no observar la escena. ¿El protagonista ya lo vio todo?, lo más sórdido y sufrible y la escena le aburre ó ¿es incapaz de ver lo que sigue? y la escena le espanta. Este tipo de dicotomías están presentes en toda la historia.  

Adam Bell (Jake Gyllenhaal) es un profesor universitario que tiene una vida monótona y vacía, sólo le complace sus encuentros sexuales con su amante ocasional Mary (Mélanie Laurent) con la que apenas cruza un par de palabras. Al parecer, Adam esta angustiado por algo que no le deja vivir tranquilamente. Luego de ver una película, conoce a Anthony Claire (J. Gyllenhaal), un actor idéntico a él. A partir de ese momento, Adam se obsesiona con el hecho de conocer a su doble y poder resolver sus dudas, dramas y carencias. Todo lo que sigue trata de responder a la pregunta: ¿quién es Adam Bell?. Anthony, por otra parte, es un actor venido a menos que vive con su esposa Helen (Sarah Gadon) y trata de aprovecharse de la situación tomando el lugar de su doble. A partir de un encuentro casual con Adam, Helen comienza a sospechar de Anthony; ¿quién es en verdad? y ¿por qué todo parece tan extraño e incierto?

Enemy nos presenta desde un comienzo un juego de roles de identidad con la finalidad de descubrir quién es el gran protagonista de esta historia: Adam,  Anthony o acaso, algo más trascendental. Todo funciona como un rompecabezas que hay que armar a través de la mirada introspectiva y la angustia existencial de un personaje que parece desaparecer por ratos y mutar en algo que ni el mismo es capaz de entender. Por eso, el relato es narrado con un cuidado milimétrico de los detalles, desde la fotografía con esos exteriores de color plomo que aluden a la polución y a la postmodernidad, los tonos ocres y amarillentos que crean climas sofocantes y toda esa atmósfera enrarecida y gris que expresa turbiedad y angustia pasando por el desarrollo de la historia; la secuencia de imágenes seductoras que sigue un orden preciso y lineal para crear un clima de constante intriga y suspenso.





En esta película sobresale el poder de los planos que siguen al protagonista desde atrás como si fuera una marioneta del destino, sobretodo, aquellas escenas impactantes que desconciertan desde el inicio y sirven para reiniciar la historia desde otra perspectiva o ángulo que nos permita ver y entender con mayor claridad qué es lo que estamos viendo, justamente en ello radica lo más atractivo de la película: su capacidad para distorsionar la realidad y la mente del espectador y extraer todas las conclusiones y las lecturas posibles que puedan explicar lo que de por sí parece algo inexplicable. 

El drama que nos muestra la película es el mismo drama del hombre común que llega a cierta edad y no sabe aún quién es o qué es capaz de hacer o si todo lo que hizo sirvió de algo, etc. y luego se refugia en el vicio o el conformismo. Al parecer, todo esto es lo que siente desde un inicio el personaje de Adam, magníficamente interpretado por Jake  Gyllenhaal, un actor que se ubica entre los mejores de su generación y que tiene un talento enorme para crear personajes difíciles, retorcidos y únicos a través de sus filmes; Zodiac, Brothers, Ocho minutos antes de morir, Donnie Darko, Brokeback Mountain, Prisioners, Primicia Mortal, etc, son sólo algunos ejemplos. En esta película su actuación es tan verídica que cuesta diferenciar a ambos personajes y eso también es una de las cualidades más interesantes del filme ya que el juego de roles se hace más intenso y claustrofóbico.
Hay muchas frases memorables que sirven para introducirnos en el tema de la opresión, la libertad y la identidad y nos dan algunas luces para resolver el enigma que se desarrolla en la historia En una escena de la película Adam comenta: “es un acto de memoria creativa recordar algo, recordar a alguien que es una especie de aproximación porque el recuerdo siempre esta coloreado por las emociones”, una de las mejores frases que funciona como una premonición y una base de partida para entender, perdón, para interpretar la película desde nuestra propia lógica;  todo no es más que  una aproximación a la realidad. Si la película es un ejercicio mental  de unir piezas a partir de los recuerdos (las imágenes que quedan en nuestro cerebro) es indiscutible que nuestras emociones son las que encajan las piezas y por ende el hilo argumental de toda la historia. De esta manera, el principio y el final tan abierto y complejo de la película no son más que el verdadero inicio de lo que vendrá después: cómo interpreto la historia según las emociones de Adam, Anthony y mis propias emociones.

Se puede reconocer en Enemy influencias de Lynch y Cronemberg los grandes maestros de lo ambiguo y surreal. Las múltiples escenas de Adam frente al espejo hacen presagiar la contrariedad de este personaje al tratar de definirse y definir su rumbo, como si estuviera atrapado al otro lado de la realidad (Videodrome) o la escena final que nos remite al inicio, Adam lleva una llave negra que de alguna manera podría servir para entrar a su subconsciente ahí donde sus miedos y represiones parecen cercarlo y dar paso a su verdadera personalidad (Mullholland Drive)

Enemy es una película potente, hipnótica, tensa, nada condescendiente, que requiere ser vista con atención, paciencia y la convicción de que todo es fascinantemente indescifrable. Una de las mejores películas de “suspenso” de todos los tiempos.


ENEMY   TRAILER




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