INOCENCIA PERDIDA
La protagonista de la película,
Han gong ju, es una niña en edad
escolar que está pasando por una fase de cambio al asistir a un nuevo colegio. Ella
ha sido trasladada por un ex profesor quien le lleva a vivir a la casa de su
madre, una mujer madura que tiene problemas a menudo y es dueña de un bazar. En
medio de ello, una díscola e introvertida
gon ju intenta sobrellevarlo todo: la pérdida de una amiga, la indiferencia de
sus padres, la angustia de la soledad, la incapacidad de poder expresar lo que
siente, etc. Sus únicas vías de escape son la música y un grupo de chicas que
le procuran algo de alegría y le hacen sonreír tímidamente aunque sea un par de
veces durante toda la trama. No es sino hasta bien avanzada la película que nos
enteramos de las terribles circunstancias que rodearon a gon Ju y cómo estas se manifiestan a menudo
en la forma de ser, actuar y sentir de la protagonista.
El director coreano, Lee Su-Jin, nos presenta de
una manera llana, realista y crítica un tema tan delicado como el abuso
infantil y para esto se vale de una especie de collage donde nos muestra fragmentos
del presente y del pasado de gong ju que se van uniendo a través de unos primeros
planos muy íntimos y evocadores. La narración se sigue a tope y todo empieza a fluir
de manera tensa, incomoda pero visceralmente humana al punto de identificarnos
con el drama de gon ju y sentir en carne propia sus heridas como si se tratara de
nuestra hermana, hija o amiga. La pulsión dramática a tono con el sentido de
objetividad de la historia, es decir, el hecho de presentar las escenas sin
emitir juicio ni hacerla menos densa o llevadera, son de los mayores atributos
del filme
La fotografía, los matices y los
tonos vivos de las imágenes que sirven como herramientas para “iluminar” una
historia que por si está llena de oscuridad, al igual que los movimientos de cámara que siguen a la protagonista en todas
sus desventuras, exponiéndonos a los momentos más desgarradores, están magníficamente
integrados en la película. Otro elemento resaltante es la calidad de las
actuaciones como las del grupo de niñas que intentan hacerse amigas de
gon ju, sin lograr su cometido o la de los padres de la protagonista, un alcohólico
y una irresponsable, personajes anónimos, crueles aunque brillantemente
interpretados. Mención aparte, la impresionante actuación de chun
woo- hee, la actriz de
28 años que encarna a una niña de 14/15 años con total naturalidad y dramatismo.
Gon ju es una niña como muchas
otras, lamentablemente, marcada por una fatalidad y que trata de sobrevivir a
cuestas de lo poco noble y humano que encuentra a su alrededor, de ahí que la
historia tenga una carácter social y universal: una niña víctima de la
violencia más despiadada a quien todos tratan de evitar, completamente sola y avergonzada
por un crimen que no cometió; una estadística más que nos avergüenza y nos
lleva a una honda reflexión. En una parte
de la película, la protagonista desconsoladamente dice: “no entiendo porque yo soy la que tengo que huir si no he hecho nada
malo”, en esa frase lapidaria se encierra toda la impotencia y el absurdo
de un sistema retorcido y cruel.
Considerada como la mejor película coreana del
2014, Han gon-ju es una película dura, reflexiva, humana y desconcertante. Una joya
que merece verse y cuyo final es uno de los más poéticos y liberadores de todos
los tiempos. El titulo en español es PRINCESA, no podía haber una traducción mejor.
HAN GON-JU (PRINCESA) TRAILER
HAN GON-JU (PRINCESA) TRAILER